Es eficiente para el navegante el saber dónde se mete, y para el blogger el marcar el recorrido de su capitanada, para que el navegante al que se debe incurra y recorra con él el viaje en su futura bitácora, ésta.
Por ello, y como de mis viajes dejé trazas, quisiera arrancar éste de las de aquéllas que me trajeron a alguna parte: Me postulé y postulo por las seis izquierdas, en mi primer viraje por la Orilla Izquierda del Sena (la orilla divina). De aquellos días, mi doctorado en Marketing vivió la demostración del empuje de una marca, la de ZP, en el juego político.
Mi confirmación como creador, recreador o chapuzonero de ideas políticas vino de la mano de los medios tradicionales, en su sección de cartas: de ahí devinieron mis cartas publicadas en El País sobre los impactos económicos del «tabacazo»; la tendencia autodestructiva de la democracia de ponserse «de rodillas»; el «kalimotxo»; o la publicada en ABC sobre las presiones de Manolo Conthe.
Y la puesta de largo antes de sumergirme en éste, mi nuevo viaje por el Sena, ha venido y viene de la mano de Ideas&Debate, ciudad virtuosa y virtual donde recuerdo, especialmente, tres trayectos:
- El que me llevó de la conspiración de Catilina a las conspiraciones de Pedro J Ramírez, en el Quosque tandem abutere, Pedro J, patientiam nostram.
- El que me ilusionó al creer en el espíritu de Judas encarnado en el jefe del Partido Popular en España, Mariano Rajoy, quien se opondría entonces al proceso de paz con el fin de que en la ETA pensaran que ZP estaba cediendo en algo cuando era obvio que no era así, un Evangelio de Rajoy que nunca sabremos si siguió.
- En el que más profundamente he criticado a las izquierdas, por su deriva.
Emprendo ahora y hoy un nuevo camino, en el que espero encontrar nuevos compañeros de viaje, y aunque no abandono ninguno de los anteriores, ojalá me abra sendas nuevas que me conduzcan a mi lugar a la izquierda de Dios, con mi ancestro Caín, mi admirado Judas Iscariote, y mis queridos Guerra y Zapatero, que con su belleza deslumbrante campan por la proa de ésta, mi nueva barca.
SINISTRA DEI
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